Cuando la migraña se vuelve parte de tu rutina: ¿Cómo prevenir esos episodios que te detienen?
- Dra. Charinna Di Vanna Duran, Neuróloga- Internista.

- 27 nov
- 3 Min. de lectura
Si sufres migrañas frecuentes, probablemente ya sabes cómo pueden afectar tu energía, tu productividad y hasta tu estado de ánimo. Cuando los episodios comienzan a repetirse cada mes, surge la pregunta inevitable ¿hay alguna forma de prevenirlos? Hoy exploramos las estrategias más efectivas para reducir la intensidad y la frecuencia de estas crisis, basadas en la evidencia médica actual.

¿Qué es la migraña episódica y por qué pensar en prevenirla?
La migraña episódica se caracteriza por la presencia de menos de 15 días de dolor de cabeza al mes, pero aun así puede ser altamente incapacitante. No se trata solo de un dolor intenso: puede venir acompañado de náuseas, sensibilidad a la luz, ruidos o incluso alteraciones visuales.
La prevención no se reserva únicamente para casos severos. Las guías recomiendan considerarla cuando:
Tienes 4 o más días de dolor al mes.
Los ataques no responden bien a los tratamientos agudos
La migraña afecta tu rutina, tu trabajo o tu calidad de vida.
Existen tipos especiales de migraña que podrían implicar más riesgo (como la hemipléjica o la asociada al tronco encefálico).
¿Por qué ocurre la migraña? Un vistazo rápido al mecanismo
La migraña es un trastorno neurológico complejo donde intervienen:
Cambios en la actividad eléctrica del cerebro que sensibilizan los nervios del dolor
Sustancias químicas, como el CGRP, que aumentan la inflamación de los vasos sanguíneos del cerebro.
Factores hormonales, especialmente en mujeres durante el ciclo menstrual.
Estímulos como estrés, falta de sueño, deshidratación o ciertos alimentos.
Entender estos mecanismos permite orientar el tratamiento preventivo hacia el punto exacto donde se inicia el problema.

Tratamientos preventivos: lo que realmente funciona
1. Medicamentos orales tradicionales
Son los más conocidos y suelen ser la primera opción:
Betabloqueantes (como propranolol): especialmente útiles si también hay ansiedad o palpitaciones.
Antiepilépticos como topiramato o ácido valproico: reducen la excitabilidad del cerebro.
Antidepresivos tricíclicos como amitriptilina muy útiles si el sueño está alterado.
Todos estos requieren empezar con dosis bajas y aumentarlas de forma progresiva para minimizar efectos secundarios.
Nuevos tratamientos dirigidos al CGRP
Una de las mayores novedades en neurología. Estos medicamentos (erenumab, fremanezumab, eptinezumab, entre otros) bloquean específicamente la molécula implicada en la inflamación de la migraña.
Beneficios:
Actúan rápido.
Tienen menos efectos secundarios.
Se aplican mensualmente o trimestralmente.
Son ideales para pacientes que no toleran o no responden a tratamientos tradicionales.
Opciones complementarias con evidencia
Algunas alternativas naturales cuentan con estudios científicos que apoyan su efectividad:
Magnesio
Riboflavina (Vitamina B2)
Coenzima Q10
Melatonina (algunos estudios muestran eficacia similar a amitriptilina)
Útiles en migraña leve, en combinación con otros tratamientos o cuando se desean opciones menos farmacológicas.
Terapias de apoyo y estilo de vida
La prevención de migraña no se limita a medicamentos:
Regular el sueño es tan importante como tomar un tratamiento.
Mantener buena hidratación.
Reducir cafeína en exceso.
Evitar el uso frecuente de analgésicos —esto puede causar “cefalea por abuso de medicamentos”.
Identificar detonantes (estrés, cambios hormonales, ciertos alimentos).
Llevar un diario de dolor puede ayudarte a descubrir patrones invisibles.

¿Cuándo se considera un tratamiento exitoso?
Los beneficios no siempre son inmediatos. La mayoría de tratamientos requieren:
4 a 6 semanas para comenzar a hacer efecto.
3 meses para evaluar si realmente están funcionando.
Constancia diaria si es un medicamento oral, o mensual si es un anticuerpo anti-CGRP.
Si no funciona, se puede cambiar a otra clase de medicamento —no todos los pacientes responden igual.
Señales de alerta: cuándo volver al neurólogo
Consulta si presentas:
Empeoramiento súbito de tus dolores.
Nuevos síntomas neurológicos (debilidad, dificultad para hablar, visión doble)
Dolor que no responde a nada.
Más días con dolor que sin dolor.
Dependencia del analgésico diario.
Vivir con migraña no significa resignarse al dolor. Existen opciones seguras, efectivas y cada vez más personalizadas para ayudarte a recuperar tu ritmo de vida. Mi recomendación siempre es escuchar a tu cuerpo: cada cambio, cada patrón y cada molestia nos da pistas valiosas para encontrar el tratamiento ideal.
No tienes que atravesar este proceso sola; estoy aquí para acompañarte con empatía, claridad y la mejor evidencia científica disponible.
Dra. Charinna Di Vanna
Neuróloga- Internista.




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