¿Qué sabemos realmente sobre el autismo? Una mirada clara y humana al desarrollo del cerebro
- Dra. Charinna Di Vanna Duran, Neuróloga- Internista.

- hace 4 días
- 3 Min. de lectura
Hablar de autismo puede generar muchas preguntas, dudas e incluso temores, especialmente para las familias que reciben este diagnóstico por primera vez. Entender qué es, por qué ocurre y cómo se manifiesta ayuda a ver el panorama con más calma y claridad. Hoy exploramos, de forma sencilla y basada en evidencia, los conceptos esenciales del trastorno del espectro autista (TEA).

¿Qué es el trastorno del espectro autista?
El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta la forma en que una persona se comunica, interactúa y procesa la información. No es una enfermedad, ni algo que “se cure”, sino una manera distinta de funcionar del cerebro.
Se llama espectro porque incluye un rango amplio de manifestaciones
Algunos niños necesitan apoyo constante.
Otros pueden ser totalmente independientes.
Algunos tienen dificultades en el lenguaje.
Otros hablan fluidamente pero con un estilo único.
El punto clave es que cada niño con autismo es diferente, con fortalezas y desafíos propios.
¿Por qué ocurre? Entendiendo los mecanismos y factores involucrados

Aunque todavía no existe una causa única, la investigación ofrece varias pistas claras:
Influencia genética
El TEA tiene un componente hereditario importante. No significa que “alguien lo causó”, sino que ciertos genes influyen en cómo se desarrolla el cerebro. Muchos de esos genes participan en conexiones neuronales y en la comunicación entre neuronas.
Diferencias en el desarrollo del cerebro
Los estudios muestran cambios en:
La forma en que las neuronas se conectan
El procesamiento sensorial
La regulación del lenguaje y las emociones
Estas diferencias no son “fallas”, sino variaciones en cómo el cerebro organiza la información.
Factores prenatales y ambientales
Algunos factores durante el embarazo pueden aumentar el riesgo, como infecciones, prematuridad extrema o exposición a ciertos medicamentos importante: las vacunas no causan autismo; este mito ha sido refutado repetidamente.
No es causado por crianza
El autismo no es consecuencia del estilo de crianza, del afecto recibido o de la interacción familiar es un trastorno del neurodesarrollo, no del ambiente emocional.
Diagnóstico y abordaje: ¿Cómo se identifica y qué sigue después?
El diagnóstico del TEA es clínico, lo que significa que se basa en la observación del desarrollo y comportamiento del niño. Los signos suelen aparecer entre los 12 y 24 meses, aunque en algunos casos se detectan más tarde.
Se observan principalmente dos áreas:
Dificultades en la comunicación e interacción social
Menor contacto visual
Juego social limitado
Pocas expresiones faciales
Intereses sociales diferentes
Patrones de conducta repetitivos o intereses intensos
Movimientos repetitivos
Apego a rutinas
Sensibilidad aumentada o disminuida a sonidos, luces o texturas
¿Qué ocurre después del diagnóstico?
El objetivo no es “etiquetar”, sino entender para poder apoyar. Tras el diagnóstico, el equipo de salud recomienda intervenciones según las necesidades del niño, mientras más temprano se intervenga, mejores son los resultados en desarrollo y autonomía.
Terapia de comunicación
Terapia ocupacional
Apoyos conductuales
Adaptaciones educativas
Orientación para la familia
Recomendaciones prácticas y señales para buscar ayuda
Si notas en tu hijo o hija:
Poca respuesta al nombre después de los 12 meses
Falta de contacto visual
Ausencia de palabras a los 16 meses
Pocas gesticulaciones (señalar, saludar)
Juego repetitivo o muy rutinario
Respuestas inusuales a sonidos o texturas
Retrasos en el lenguaje o falta de interés por otros niños
No significa automáticamente autismo, pero sí indica que vale la pena evaluar.
Consejos útiles para padres y cuidadores
Observa el desarrollo sin compararlo con otros niños.
Anota conductas que te llamen la atención para comentarlas en la consulta.
Mantén rutinas predecibles: ayudan a disminuir estrés.
Dale tiempo y espacio para procesar estímulos.
Busca apoyo profesional y emocional para la familia.
El diagnóstico no es un final es una herramienta para avanzar.

El autismo no es un obstáculo para alcanzar una vida plena es simplemente una forma diferente de recorrer el camino. Cada niño tiene un mundo interno único, lleno de posibilidades. Acompañar ese proceso con información, paciencia y empatía transforma el miedo en comprensión. Si tienes dudas sobre el desarrollo de tu hijo, no estás sola. Juntas podemos construir un plan que respete su ritmo y potencie sus habilidades.
Dra. Charinna Di Vanna
Neuróloga- Internista.




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